jueves, 12 de noviembre de 2015

VALORES DE CALIDAD.- LA PACIENCIA

¡Hola!

Siguiendo el hilo de la tolerancia que tratábamos la semana pasada, aparece en el siguiente nudo otra bella palabra derivada de aquella: la PACIENCIA.  Estoy segura de que todos saben lo que es. Pero no estoy tan segura de que todos sepan ponerla en práctica.

La paciencia es otro valor de calidad. ¿Por qué la acompaño con  la tolerancia? Pues porque es una parte de ella. Me explico. Hemos de comprender que todos necesitamos TIEMPO para aprender las cosas.

Por naturaleza tenemos componentes que nos facilitan un aprendizaje determinado, unos son buenos en ciencias y  otros en humanidades, por ejemplo, y si el aprendizaje abarca un terreno que nos es afín o que nos gusta, nos es un poquito más fácil. Pero aprender cosas que no sabemos, nuevos métodos, nuevas tecnologías, nuevos mecanismos, técnicas, etc. necesitamos tiempo. Y sobre todo que nos concedan ese tiempo.

En los días que corren el tiempo es algo que no sobra. Y hemos de aprender DEPRISA. Y cuando se hace algo con prisa se hace algo corriendo y cuando se corre se cometen errores y cuando se cometen errores… de los errores se aprende. Pero, ¿Por qué hemos de aprender a base de caernos siempre? Cuando si aprendiésemos con un poquito de tranquilidad sería más fácil y seguro…

En la atención al cliente la paciencia, al igual que en la vida, es una VIRTUD. Muchas personas que están de cara al público no se dan cuenta de CÓMO es el cliente que tienen delante. Porque tienden a atenderle desde un punto de vista subjetivo. Si yo tengo calor, el cliente seguro que también, si yo tengo hambre, voy a ver si lo despacho pronto para irme a comer, si me duelen los pies y encima se está enrollando el martirio es indescriptible…, etc. etc. Damos por hecho que quiere esto y no otra cosa, creemos que tiene la misma prisa que nosotros porque ya casi es hora de cerrar, etc. etc

Con los clientes hay que tener paciencia y mucha. Primero hay que VERLES, después ESCUCHARLES, luego SERVIRLES y por último COMPROBAR que están satisfechos. ¿Creen que se puede hacer todo eso en tiempo récord? Pues tal vez, alguna de esas acciones sí, pero todas juntas no y el cliente las necesita TODAS. ¿Cuál es pues la forma de hacerlo bien, la técnica a utilizar para en el menor tiempo posible lograr hacer todas esas cosas bien?

Yo no poseo la verdad absoluta y no sé la respuesta exacta a esa pregunta pero contestaré desde mi experiencia: Desde una situación de AUTO CONTROL (el dolor de pies me está matando pero consigo que el cliente no lo advierta en la expresión de mi cara), se demuestra interés por el cliente (se ponen en práctica las técnicas de ESCUCHA ACTIVA) se actúa con DILIGENCIA  (se supone que conoces tu oficio, tu espacio de trabajo, tu puesto, etc.) y aún debe quedar una última sonrisa en el tintero para despedirse del cliente preguntándole si todo está bien.

Para conseguir ser EFICIENTES en la atención al cliente hemos de tener paciencia, paciencia en aprender las cosas bien, paciencia en enseñar las cosas bien, paciencia en escuchar bien sus necesidades ( parte importantísima si queremos satisfacerlas), paciencia con colaboradores, proveedores, asistentes, jefes, subordinados, e incluso con el día que ha amanecido, porque  a algunas personas les influye el tiempo atmosférico en su estado de ánimo.


Si quieren atender bien a un cliente, tengan paciencia con él. No den nada por supuesto. Pueden perder mucho, si pierden la paciencia. Piénsenlo.

Saludos cordiales, 




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