¡Hola!
¡Se aprende tanto en la vida cotidiana! Observen esta escena y al
final enumeramos los errores que se han cometido. ¿Les parece?
Sitúense, una oficina de atención al público. Un mostrador. Una persona joven
detrás del mostrador atendiendo a un cliente. Entro. Saludo: ¡Buenos días! ¿Saben
quién contesta a mi “buenos días? Me contesta EL CLIENTE!!! Ja, ja.
La chica
joven sigue atendiéndole y yo hago cola. No sé para cuanto tiempo tendrá este
cliente. Yo dispongo de tiempo así que no estoy para nada nerviosa. Solo observo.
Otro empleado, esta vez de mayor edad, con un montoncito de sobres en la mano,
se acerca a una parte del mostrador que está libre. NO SALUDA a nadie de los que estamos allí. Empieza
con un lector automático a pasarlo por el código de barras de las etiquetas de los sobrecitos. Pi, pi, pi.
Por fin me toca a mí y la chica
joven NO me dirige la palabra, solo con un gesto me indica que ya me toca. Un
gesto que yo interpreto porque lógicamente no había nadie más y porque soy muy
lista. Le muestro el aviso para recoger el certificado. Se levanta. Lo busca. Y
en ese momento, el compañero canoso, la increpa y le dice: ¿Cómo se te ocurre
poner aquí esto si no figura este número? ¿De dónde te lo has sacado? La muchacha
azorada, se dirige hacia él ( dejando de servirme a mi ) para darle unas balbuceantes explicaciones, que no convencen a su agresivo compañero. Cuando
finalmente, ella dice en tono cordial: bueno, de todas formas ahora lo reviso y
vuelve a buscar mi certificado en un
archivador próximo. A lo que su “amable” compañero de forma brusca y con cara
de poquísimos amigos contesta: “No te preocupes, ya lo reviso yo”.
La chica se dirige a mí y me dice: “¿Me DEJAS el carnet?
Le doy el carnet, controla lo que sea, me hace firmar y me planta la
carta en el mostrador. Yo que soy muy lista pregunto: ¿Ya está? Si Contesta. Y
sin mediar nada más digo un amable ADIOS y no contesta ninguno de los dos.
Maravilloso. Fantástico. Genial. Viva el trabajo bien hecho, el servicio al cliente y viva la madre que parió a Panete. Magnífico. No saben ni lo básico.
NI LO BÁSICO. Por Dios. Que cadena de errores.
¿Me ayudan a encontrarlos?
- No saludar a la llegada
- No decir en qué puedo AYUDARLE cuando le toca a uno el turno.
- El compañero accede a una zona de clientes y no saluda a ninguno de ellos.
- No mira a nadie y sigue con su faena.
- Al encontrar un error en el trabajo del compañero le echa la bronca delante de todo el mundo.
- El compañero, en vez de decirle: “Luego lo miro, estoy atendiendo a un cliente”, abandona al cliente y va a ver qué ha pasado.
- Discusión leve entre ellos delante del cliente, pero si las miradas matasen…
- Petición SIN POR FAVOR del DNI. Tratamiento de Tú al cliente, sin contemplaciones.
- Falta la aclaración de GRACIAS ESO ES TODO.
- Falta el saludo final, que el cliente si DA pero que ellos no se molestan en contestar, ADIÓS, BUENOS DÍAS!
¿Podría alguien decirles que necesitan auxilio con urgencia? Necesitan
una formación URGENTE en lo más Básico de la atención y el servicio al cliente. Que necesitan una formación un poco más profunda en el
asunto del compañerismo y otra todavía
más profunda en eso del trabajo en equipo.
Pero seguimos sin querer aprender. ¡Qué lástima!
Claramente correos... Una experiencia sensorial de otro mundo... ��
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