Estamos inmersos en fechas interesantes. Fechas en las que los
sentimientos están a flor de piel. Fechas en las que lloraremos, reiremos,
discutiremos, disfrutaremos, etc.
Para la Calidad y la atención al
cliente son fechas importantes. Los establecimientos se visten de gala para
ofrecer su mejor cara a los clientes. Escaparates engalanados, artículos
vistosos, ofertas llamativas, etc. Todo lo mejor para que el cliente nos escoja
y entre en nuestros establecimientos de tal manera que los grandes competidores
por internet tengan un poco de piedad de nosotros que cada día nos esforzamos
más en tener la tienda abierta.
Pero… el cliente ha traspasado el
umbral de nuestra empresa. ¿Y ahora qué? Pues que acabamos de olvidarnos de
él. Le hemos visto, pero no le hemos
dicho hola, buenos días, bienvenido ni nada. Uf! Es que hay mucho jaleo! Nos
busca con la mirada para que le atendamos pero nos hacemos los ocupadísimos y
desviamos la mirada. Se acerca a preguntarnos algo y escurrimos el bulto, mejor
le atiende mi compañero…. Insiste en que necesita algo y ya ni tengo más
excusas para no atenderlo. Finalmente le atiendo. Ah! Si, lo que me pide en el
pasillo tal. Y lo pongo a deambular por los pasillos o por donde se me ocurre
que está lo que me ha pedido. Y el pobre da vueltas. Parece que ha encontrado
algo, y quiere probárselo. No me acerco a ayudarle, ya espabilará. Está muy
bien indicado donde están los probadores y ya se irá apañando. Uf! Que estress! El teléfono no para de
sonar. El jefe está de un cargante… todo el mundo pide y pide y pide. Me va a
dar algo. El cliente sale. Va a la caja. Parece que se ha decidido. Ah, no.
Deja lo que cogió y se va de la tienda. Vaya, no le dice nadie adiós. Ni mis
compañeros, ni yo. Bueno, no puedo pararme a pensar en eso. Tengo mucho
trabajo. Son fiestas y hay mucha gente.
Alguien en esta secuencia ha
olvidado algo importante. Si ese cliente que entró, al que nadie vio, al que nadie atendió y el que finalmente se
fue sin comprar es usted, seguramente decidió no volver por allí debido al
trato absolutamente inexistente recibido. Si usted es el que debió atenderle,
no hizo bien su trabajo. Y si su empresa no ha cuidado el pequeño detalle de
que si el cliente se va sin comprar su negocio no tiene razón de ser… Pues estamos
olvidando cosas muy importantes.
Pero las empresas que venden por
internet, sus más directas competidoras no olvidan nada de eso. Ay, nos
lamentamos… hay tanta crisis…
Si su empresa se engalanó para
recibir la Navidad, engalane a su personal para recibir y tratar a los
clientes. Si vende más que el año pasado, tal vez no sea porque la crisis va
pasando, sino porque tiene un porcentaje mayor de clientes satisfechos.
No dude que el mejor regalo es la
formación.
Feliz Navidad y Próspero Año
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