Acabamos el año.
2017 está a punto de finalizar y
hay que hacer balance.
Haré un balance rápido pero a la vez real. Y
no me parece que haya motivos para el entusiasmo, al menos en lo que a la
atención al cliente se refiere.
Una gran mayoría de empresarios siguen
preocupados. Internet está machacando sus posibilidades de negocio y a eso hay que añadir que las grandes superficies
acaparan gran parte de la clientela por motivos que no voy a enumerar ya que
son de sobras conocidos por todos.
Así pues solo me queda ofrecer un
rayo de esperanza y tal vez una buena idea para incrementar las ventas, ampliar
el número de clientes y conseguir aumentar los beneficios del negocio.
¿Cuál es esa fórmula mágica? Se
preguntarán. La clave es VENDER pero lo importante es CÓMO.
La fórmula es el resultado de
mezclar muy bien, dos cosas importantes:
1ª.- Pensar únicamente en el
cliente y buscar la idoneidad en recursos materiales, físicos y humanos para
darle un servicio completo.
2ª.- Ofrecerle una atención
exquisita.
En la primera, desde, por ejemplo,
adecuar el espacio donde se atiende al cliente haciéndolo cómodo y confortable,
hasta facilitarle la compra, el pago y el servicio post-venta, hay un mundo de
cosas que hacer, de áreas que mejorar, de innovaciones a poner en práctica, de imaginación, de mejora
en las gestiones internas, de agilización de metodologías, etc, etc. Un mundo a
revisar en función del cliente, por y para el cliente. Solo se debe pensar en
ellos para que todo gire a su alrededor.
Sin embargo, la segunda es la más
importante. Cualquier error en la primera quedará subsanado si la segunda es
fantástica. Aquí es donde se ha de hacer el verdadero esfuerzo. Aquí es donde
se debe formar al personal que atiende a los clientes en técnicas de atención
profesional. Aquí es donde la motivación es fundamental. Aquí es donde una
empresa se la juega, como decía el anuncio, en las distancias cortas.
Se ha de invertir en el reciclaje de las personas que atienden y dan
el servicio al público. Se ha de conseguir esa atención única que capte al
cliente fiel y haga de publicidad gratuita para otros muchos.
Si se quiere hacer frente a los
gigantes e intentar ganarles la batalla, se ha de pensar que el cliente es Dios y que únicamente a
Dios se le trata de forma excelsa. Pero hay que saber hacerlo.
Les deseo Felices Fiestas y nos
vemos ya en el próximo año.