jueves, 31 de enero de 2019

Gracias por elegirnos


Atención a las quejas y sugerencias.

La clienta come junto con unos amigos en un restaurante y acabada la tortura y por tripadvisor se queja del siguiente modo:

“Venimos porque habíamos estado en su anterior restaurante y salimos muy contentos. Hoy no. Se ha tardado mucho entre plato y plato. Pedimos el vino recomendado por el camarero y al pedirle una segunda botella nos dice que se ha terminado. La comida templada cuando debía estar caliente. El postre nada excepcional. Hace frío. El camarero se muestra impertinente mandándonos callar para decir su discurso, falto de educación. En fin, muy mejorable.”

Todavía permanece  en estado de shock al ser contestada de la siguiente forma:

“Voy a intentar responder a su crítica con la educación que ustedes no tuvieron ayer. Gracias por acudir al otro restaurante, por lo que ponen tanto usted como su marido, que también nos ha escrito una mala crítica, en aquel momento les encantó, pero no se molestaron en escribir nada… eso ya da la pista de que ustedes son el tipo de personas a las que si no se les ríen las gracias usan el tripadvisor como herramienta de venganza personal.
No recuerdo en absoluto su primera visita al otro restaurante pero ustedes desde que entraron no hacían más que decirle a mi camarero “ Dile al cocinero, esto y lo otro..” y lo hicieron durante toda la comida, hasta el punto que llegó a preguntarme si eran amigos míos.
Evidentemente tenían ustedes ganas de que se les tratara de una forma especial para impresionar a sus amigos, pero aquí no hacemos eso. No somos hipócritas en ese aspecto. Dicen que mi camarero era maleducado por interrumpirles… No señores, mi camarero es un profesional como la copa de un pino, con 22 años de oficio a sus espaldas y hasta ahora ha destacado por su buen hacer con lo que no me cabe duda que actuó correctamente durante todo el servicio. La mala educación la tuvieron ustedes al no dejarle hacer su trabajo. Esto si que es la primera vez que nos pasa en diez años. Una vez que se sirven los platos, el camarero los explica. Es parte de su trabajo. Los clientes siempre le han dejado hacerlo y ayer fue la primera vez que tuvo que pedir la palabra ya que ustedes con muy malos modales le ignoraban.
Tampoco ayudan "frasecitas" tipo: “cordero a baja temperatura o cordero frío” cuando lo que haría una persona con educación sería sin más pedir que lo calentaran. Cosa que por supuesto no hicimos, no se lo recalentamos, sino que le hicimos uno nuevo recién hecho ( ese detalle no lo pone usted)
Lo del vino si que fue un fallo nuestro, lo reconozco. Cuando mi camarero se lo sugirió quedaban dos botellas, pero otra mesa pidió la segunda, estos días de navidad los repartos no funcionan tan bien como nos gustaría así que a veces nos quedamos sin stock.
También después de todas las frases críticas durante la comida sabíamos que si no les invitábamos a algo íbamos a tener una mala crítica, pero no pasamos por el aro, lo siento… Lo que no esperábamos ni de lejos era tanta inquina como para poner usted una y una su marido. Como dice su marido vivimos de nuestro nombre, un nombre que nos hemos labrado durante diez años de duro trabajo diario y vivimos de los clientes que vienen y vuelven, no de visitas esporádicas como la suya, ni de reír "gracietas" sin gracia ni hacer concesiones. Por todo esto un saludo y gracias por no volver a visitarnos más.”

Los amigos éramos nosotros y también seguimos con respiración asistida.

En el artículo de marzo, diseccionaremos esta respuesta. Un filón de oro para los amantes de la atención a las quejas y sugerencias y una perita en dulce para los apasionados de la atención al cliente.
Hasta entonces,





martes, 8 de enero de 2019

Atención y Cariño


Un placer recibirles de nuevo en este espacio de aproximación a la profesionalidad en la atención al cliente.

Esa profesionalidad es un campo minado de bombas que pueden estallar en cualquier momento.

Hablamos de personas. Del trato entre personas y las personas somos frágiles, pequeñas figuras de porcelana, delicadas obras de arte a las que cualquier rasguño nos daña alguna de nuestras partes y a veces el todo.

Los profesionales que atienden a una persona deben ser conscientes de esa fragilidad y ser sumamente cuidadosos con ese trato.

Hagámoslo bien. Escuchémosles con atención. Mostremos comprensión, empatía, educación y respeto.

Digámosles lo importante que son para nosotros y seamos imparciales. En la atención al cliente no se debe tomar partido, aunque hay que demostrar entendimiento.

Resolvamos sus dudas, quejas, preocupaciones, problemas o cualquier otra molestia de las que sean objeto. Pongamos a su servicio nuestro buen hacer. Nuestra maestría en la resolución de cualquier situación que pueda producirse. Siempre podemos ser amables. Siempre podemos explicar las cosas con buenos modales. Siempre podemos comportarnos bien. Siempre podemos confiar en que todo irá bien si ponemos de nuestra parte. Si ponemos la ternura en el trato, la humanidad en la relación, siempre saldremos airosos de cualquier conflicto y estaremos ofreciendo una imagen profesional que causará admiración.

Pensemos siempre que las personas solo necesitan, solo necesitamos atención y cariño. Nada más y nada menos.

Los profesionales de la Atención al Cliente no deberíamos olvidar eso nunca.

Por un año 2019 lleno de Atención y Cariño.

Feliz Año Nuevo a todos.